FIDEL CASTRO

Es evidente que hay al menos dos maneras de ver la figura de Fidel Castro. Los que celebran su vida y los que celebran su muerte. Lo hemos visto nada más anunciar su fallecimiento cuando en la Tele nos presentaron el escenario de Cuba y de Miami. También al mostrarnos lo que sucedía en Madrid ante la embajada de Cuba en España. Unos lo ven como el gran libertador de la opresión de Batista, el dictador títere en manos de Estados Unidos, y como líder

que supo defender al pueblo cubano de los embates del capitalismo, encarnado igualmente en el imperialismo yanqui. Otros le ven como el eterno dictador que con mano de hierro se mantuvo en el poder.

 

Lo que creo más acertado es decir que el verdadero juez ha de ser siempre el pueblo cubano, sobre todo el que se ha quedado en Cuba. Todos encontrarán razones para la crítica y para la alabanza. Los grandes líderes siempre levantan radicales rechazos y adhesiones. Es lo que sucede respecto a Fidel. También creo que es muy válido el criterio de que para emitir un juicio sobre un personaje se ha de hacer desde una perspectiva histórica. En este caso conocemos la situación de Cuba antes de la revolución castrista y sabemos del largo período de su dictadura, pero nos falta la perspectiva desde la muerte de Castro hacia el futuro inmediato. Pensemos en lo que sucedió con Franco, con Stalin…

 

En todo caso siempre influirá en el juicio que reciba Fidel Castro el posicionamiento personal ideológico-económico, filosófico y yo diría también axiológico. Es de Perogrullo: uno ve la realidad del color que sean los cristales con que se observe. No la ve igual quien aspira a vivir en una sociedad de economía socialista que quien la quiere capitalista. Sucede lo mismo si lo analizamos desde una perspectiva filosófica: será muy distinto el juicio que se le haga a Fidel desde una posición marxista que desde el liberalismo.

 

Así también, influirá la escala de valores de quienes enjuicien la personalidad de Fidel Castro. Los hay que ponen en primer lugar como meta social la igualdad entre todos los ciudadanos, sin embargo otros ponen la libertad, si bien es verdad que se refieren principalmente a la individual. A este respecto nos encontramos siempre con una objeción: sin igualdad, la libertad es muy relativa, pues realmente libres son los que tienen capacidad para poder escoger. Podremos tener libertad de pensamiento, de criterio…etc. Pero para qué quiere un pobre la libertad si no puede decidir tener un techo, sea mejor o peor, si no puede, estando en paro, tener un trabajo, si teniendo hambre, no puede comprar ningún alimento. Y así sucesivamente con todo lo que necesita. Lo importante no es que haya mucha libertad que sólo pueden hacer real unos pocos, sino que todos vayan alcanzando juntos niveles cada vez más altos de libertad real.

 

Como punto final de esta breve reflexión sobre la personalidad de Fidel Castro: primero, que hoy nos resulta muy difícil conocer la verdad de los hechos por la falta, consciente o inconscientemente, de objetividad por parte de los narradores. En segundo lugar: Creo que lo más importante es oír lo que dicen sobre Fidel los cubanos que han permanecido allí. Y finalmente: nosotros tenemos nuestra propia mentalidad, nuestros propios cristales con unos determinados colores, que filtrarán también lo que nos cuenten sobre Cuba y Fidel.

 

Podemos ofrecer unos textos entre otros muchísimos.

 

http://www.reflexionyliberacion.cl/ryl/2016/11/30/fidel-castro-y-esa-curiosa-admiracion-por-moises/

http://www.lemondediplomatique.cl/El-Fidel-que-conoci-Por-Ignacio.html

http://www.lemondediplomatique.cl/FIDEL.html

http://www.abc.es/internacional/abci-muere-fidel-castro-90-anos-201611260630_noticia.html

 

José María Álvarez. Noviembre 2016